Los veo, los releo. Me pregunto sin más ¿por qué? Y luego sigo con mi vida, así como ellos con la suya.
Para mí son fantasmas van y vienen. Y siempre he tenido problemas con el no saber. No saber si me quisiste, si fui o no algo para ellos como ellos para mí. Sé que supone que no uno no debía preocuparse por ese tipo de cosas, pero lo hago.
Aquí estoy revisando mi vida, empacando mis cosas en más de tres cajas, pensando lo que me afectaría abandonar a mi gata en los brazos de cualquier vecino.
Los encuentros entre mis cosas… la verdad es que aún no me han enseñado como dejarlos ir, o mejor dicho mi mente está ahí estancada decidida a recordarlos siempre, a envidiarlos siempre, a quererlos siempre, odiarlos siempre, a extrañarlos, pero no a dejarlos ir … cómo hacer?