lunes, 31 de marzo de 2008

El factor 'ex'

Recuerdo que oí esto en uno de los capítulos de 'Sex in the City'. Es curioso cómo influye, de una u otra manera, el conocer a la ex de tu relación actual o saber algo de ella. Aunque una no sea una mujer insegura siempre tiene la curiosidad de saber cómo era la que te precedió y algunos de sus datos relevantes. Pero ¿por qué resulta tan importante saber algo de la ex? Buena pregunta, quizá porque los 'ex' suelen influir en cómo llevamos nuestras relaciones actuales, en cómo vemos a la generalidad de las personas del otro sexo. Los ex son parte de ese conjunto de experiencias que hacen que nos comportemos de una u otra manera en una relación. Es cierto que no debemos estar condicionados a lo que nos sucedió en relaciones pasadas para juzgar con la misma regla las actuales, pero sabemos que de alguna manera sí constituyen un parámetro para las siguientes experiencias.

En fin, creo que solo eso, bueno, en realidad hay más, pero hay expiencias y experiencias.

martes, 18 de marzo de 2008

Para saber quien soy... hay que explicar el mito

Waterhouse, John William

Circe era una diosa y hechicera que vivió en la isla de Eea, según la mitología Griega. Hija de Helios, el titán preolímpico del Sol, y la oceánide Perseis.
Ella tenia por costumbre transformar a sus enemigos o a aquellos que la ofendían en animales mediante el uso de pociones mágicas y era conocida por sus conocimientos de herborística y medicina.


Según la odisea de Homero, su casa es descrita como una mansión de piedra que se alzaba en mitad de un claro en un denso bosque. Alrededor de la casa rondaban leones y lobos, que en realidad no eran más que las víctimas de su magia: no eran peligrosos y lisonjeaban a todos los extraños. Circe dedicaba su tiempo a trabajar en un gran telar cuando no tenia visitantes a quienes hechizar (al igual que Penélope pasaba su tiempo de espera tejiendo).
Cuando
Odiseo llega a la isla le pide la mitad se su tripulación que baje. Circe invita a los marineros a un banquete que había envenenando con una de sus pociones, para transformarlos después en cerdos con una vara. Sólo Euríloco, sospechando una traición desde el principio, logró escapar y avisa a Odiseo y a los otros que habían permanecido en los barcos. Odiseo partió al rescate de sus hombres pero en el camino fue interceptado por Hermes, quien le dijo que llevara algunas hierbas de moly para protegerse del mismo destino.
Circe intentó trasnformarlo tambien, pero no pudo y se vio obligada a devolver a los marineros su forma humana.


Más tarde Circe se enamora de Odiseo y le ayuda en su viaje de regreso a casa después de que él y su tripulación pasasen un año con ella en su isla. Según Homero, Circe sugirió a Odiseo dos rutas alternativas para volver a Ítaca: bien hacia las «rocas errantes» (las pumíceas islas Lípari, llamadas de forma parecida en las notas de viaje del Chou Ju-kua en el siglo XIII), donde reinaba el rey Eolo, o bien pasar entre la peligrosa Escila y el remolino de Caribdis, normalmente identificado con el estrecho de Mesina.
Casi al final de su
Teogonía (1011f) Hesíodo cuenta que Circe tuvo tres hijos de Odiseo: Agrio (por lo demás desconocido), Latino y Telégono, quien gobernó a los tirsenos, es decir los etruscos. Poetas posteriores sólo suelen mencionar a este último como hijo de Odiseo y Circe. Cuando se hizo adulto, cuentan, Circe le envió a buscar a su padre, quien había regresado mucho tiempo atrás a su hogar, pero al llegar Telégono lo mató por accidente, llevando su cuerpo de vuelta a Eea junto con su viuda Penélope y su hijo Telémaco. Circe los hizo inmortales y desposó a Telémaco, mientras Telégono se casó con Penélope.
Dionisio de Halicarnaso (1.72.5) cita que Xenágoras el historiador afirmaba que Odiseo y Circe tenían tres hijos: Romo, Antias y Árdeas, epónimos de las ciudades de Roma, Anzio y Ardea respectivamente.


Que Circe también purificase a los argonautas por la muerte de Apsirto puede ser una tradición arcaica.


En historias posteriores, Circe transformaba a Pico en un pájaro carpintero por rechazar su amor, y a Escila en una criatura monstruosa con seis cabezas de perro cuando Glauco, otro objeto de los afectos de Circe, declaraba su amor eterno hacia ella.

Historia tomada de Wikipedia.

Y que tal si yo me dedico a tejer y transformar a mis pretendientes y pretendidos en animales fantásticos?





miércoles, 12 de marzo de 2008

Circe siendo ... CIrce

Si bien la vida es un poco más complicada que solo “hombres” la verdad es que vivimos pensando en ustedes.

Desearía tener más que decir más que hacer. Desearía convertirlos a todos en cerdos o trasportarlos lejos y que no importen más.

Dejar de ver a Penélope tejiendo miles de sacos, de palabras y poemas. No convertirme otra vez en la bruja de la historia.

sábado, 1 de marzo de 2008

Niños

Al final, ayer, viernes, no hubo la dichosa lady's night por diversos motivos: falta de plata, otras citas (hay quien prefiere dejar plantadas a sus amigas y salir con el galán que te llama esa misma noche), frío, en fin... Como no hubo la lady's me fui a un cumpleaños.
En el cumpleaños había una niña de algo menos de un año, bien chiquita, que cogía todo, se metía todo a la boca, jugaba con el perro, preciosa... Y, claro, cuando llegas a una reunión donde casi nadie se conoce o todos están aclimatándose, nada mejor que un niño que distraiga a todos y se vuelva el centro de la conversación y de la atención. A mí me gustan los niños, menos que hace cinco años, pero me gustan; además, tengo un pegue impresionante para toda criaturita de menos de cinco años.
Pero ¿a qué viene todo esto de los niños? Más allá de lo anecdótico, cuando ves tus amigas, a la gente de tu edad de mamá, siempre te pones a pensar cuándo me tocará a mí. Es extraño, pero seguramente en esta década eso se decida y nunca sé si estaré preparada, si seré una buena madre. Es más, ni siquiera sé si quiero ser madre, mientras el reloj bilológico de una u otra manera irá caminando y recordándome que ya no tengo veinte años y que mi cuerpo cada vez será menos 'amigable' para albergar otro cuerpo. Sigo elucubrando...
La verdad sé que, pese a todo, aún es bastante temprano para ponerse a pensar en eso, al menos eso creo. Hace algunos días hablaba con mi jefe y me preguntaba cuándo pensaba tener hijos. Yo le dije lo que le digo a todo el mundo: todavía tengo muchas cosas que hacer en la vida antes de tener un hijo, porque creo que hay que ser muy generoso para eso y todavía pienso demasiado en mí. No sé si sea una buena respuesta, pero es mi respuesta. De verdad pienso que hay un millón de cosas que hacer, pero ¿cómo sabré cuándo es el momento? Mientras lo sepa, seguiré estirando el elástico del tiempo y postergándolo. De todas maneras, hasta dejé morir la única planta que tenía.