sábado, 16 de agosto de 2008
Encontrando
De ley que escribimos a los años, qué poco aplicadas estas niñas. No tengo mucho que decir, este es un pequeño comentario a lo que escribió la Circe. Yo creo que a veces es cierto que nos cansamos de buscar y de ser buenas (buenitas, no buenotas, ojo) y de esperar y esperar a que aparezca alguien con quien compartir algo, un pedacito de vida, un sueño, un plan, alguien que tenga el poder o el don de dulcificar un domingo o simplemente de abrazarnos y hacernos sentir que los pasos que damos valen la pena. Pero, no sé, últimamente me he vuelto un poquito optimista al respecto, sí quizá porque hay alguien, pero más que alguien hay una certeza de que en alguna parte, en cualquier parte, está la persona que ese momento (independientemente de lo que dure) va a hacerte sentir que has llegado a algún sitio. En cualquier parte, en la calle, en el ascensor, en la parada del bus, en la fiesta de los panas, en cualquier parte, solo es cuestión de abrir bien los ojos y de no desesperarse porque llegue o por ver en cada uno de los que llegan a esa persona. Yo creo fervientemente en que cuando ese alguien aparezca va a ser fácilmente reconocido porque tendrá un algo. Jajajajaja, creo que esta cenicienta iluminada no ha cambiado mucho en comparación a la que creció con Candy Candy y Mujercitas, pero, bueno la cosa es que esa persona existe. A veces nos cansamos de buscar, mi querida Circe, queremos mandar todo a la mierda y meter la cabeza en la tierra y ser malas y no pensar en la gente, en fin, pero yo estoy segura de que la respuesta no está afuera, está adentro de nosotros, hay que buscar adentro qué es lo qeu queremos, qué mismo nos mueve, para que sepamos realmente ubicar afuera lo qeu puede ser lo mejor para nosotros.
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