Parafrasearé a Cortázar para plantear una gran solución que se me acaba de ocurrir: que todos los hombres sean uno solo. Es simple: en vez de amargarnos, deprimirnos o cabrearnos porque fulanito, menganito o sutanito no nos paran zona, no quieren salir con nosotras, se quedaron sin mensajes en el celu, tienen que atender a sus santas madres, ver el fútbol o simplemente se cansaron de nosotras, pues nos buscamos un hombre ad hoc y ya.
La cosa es práctica, siempre hay mil hombres rondando (aunque nuestra monogámica miopía nos lo impida ver) y en lugar de meternos en los recovecos tortuosos de una relación o un agarre con expectativas, es más simple tomar de cada uno lo que nos convenga. O sea, siempre hay el amigo dispuesto a escuchar o a dar abrazos de oso, pues si estamos tristes, con ánimo de Morelia o con el maldito síndrome premenstrual, lo llamamos, lloramos un rato en su hombro, nos abraza, nos pasa una buena dosis de endorfinas y ya.
Si en cambio queremos irnos de farra, recurrimos al amigo que siempre estará dispuesto a bailar un ratito o acolitarnos al bar, aunque luego desaparezca. Una rica farra, en buena compañía a nadie le viene mal y aún mejor si el amigo te paga los tragos y te va a ver y te devuelve a la casita, sana y salva.
También está el hombre que está ahí cuando necesitas sexo y unos besitos y sentirte una mujer maravillosa y deseada. Ese siempre es el más dispuesto o, mejor dicho, siempre hay varios dispuestos para eso. Pues lo llamas, pasas una noche a lo bestia, te tranquilizas un poco, alimentas tu autoestima y ya, hasta la próxima.
Puede sonar utilitario, promiscuo, trivial, pero para mí solamente es práctico, es una forma de no comprometerte y decir, de alguna manera, que estás con alguien. Eso es más relajado que pasar noches y días preguntándote qué será de aquel que no llama o no te busca o no quiere nada contigo. Es más simple y más sano que estar esperando que el idiota que tiene novia se fije en ti.
Bueno, eso sí, esta solución es práctica si lo que necesitas es un hombre (quién no los necesita a veces, aceptémoslo), pero quizá también sea útil aprender a vivir sola y disfrutar de las ventajas que tiene salir sola de farra, o pasar una tarde en casa viendo pelis o haciendo nada, o salir con tus amigas a tomarte un trago y hablar de la vida (o huevadas o de ellos, que casi siempre acaba en lo mismo), o salir simplemente a caminar, al teatro, al cine.
En fin, creo que lo fundamental es no amargarse y disfrutar un poco más de la vida, de tu vida, y de las relaciones, aunque duren dos segundos.
lunes, 30 de abril de 2007
Sobre Sexo... Lujuría
Hay algo que todos buscamos más que el dinero y muchas veces es una moneda en si mismo:
EL SEXO.
Con amor, con pasión, amistoso, cariñoso, meloso, fuerte, corto, largo, recurrente, imprevisto, one night stand, con amante, con amantes, esposo(s) , esposa, esposas, entre hombres, entre mujeres, sensible, loco, indecente, sucio, puritano y mojigato.
No conozco la primera persona que no lo desee en su vida. Que no desee a alguien más, por decir menos. Cada uno de nosotros ponemos los limites de hasta donde queremos y podemos llegar.
En esto del sexo cabe esa frase de “entre gustos no hay disgustos” a lo que yo he dicho "siempre y cuando pase a puerta cerrada y de mutuo acuerdo, cada quien puede hacer de su culo un candelero”.
Yo suelo ser un poco tímida en el día a día, pero en la cama puedo ser muchas cosas como dice la canción “I'm a little bit of everything all rolled into one. I'm a bitch, I'm a lover, I'm a child, I'm a mother, I'm a sinner, I'm a saint. I do not feel ashamed”* y realmente no tengo vergüenza alguna. Algunas veces tengo nervios, pero no vergüenza. Nervios de que las cosas no salgan también. Un nunca sabe Quizás para algunos uno es perfecta en la cama, pero para otros no. Todo es cuestión de la química y el feeling de cada pareja.
Hay quienes prefieren el sexo sucio, fuerte; tímido y esquivo. Ser entes pasivos, esclavos o amos.
Yo prefiero el silencio que me permite escuchar el cuerpo de la otra persona, esas pequeñas reacciones que te dejan saber si el otro disfruta o no de lo que estas haciendo. Los besos que se abandonan con un dejo de aliento sobre los labios. Esos que te buscan con pasión pero no te ahogan. Las manos deben ser firmes y fuertes pero sin hacer daño. Nada de miedo a tocar, que lo hagan como si yo fuera la última mujer su historia aunque haya 10 o 20 más haciendo cola en la puerta.
Me falta la libertad que te da el no tener prejuicios, algunos están tan dentro de mí que no hay como sacarlos del todo. Algunos otros se han ido con el tiempo y solo dejaron rastros.
Del pudor? Creo que lo he perdido, pero el juego a ser pudorosa (no lo mismo que mojigata) me gusta. Adoro esas peleas ficticias donde uno de los dos juega a no querer con una sonrisita burlona entre los labios que te dice: Sigue, no te detengas.
Me gustan las reglas claras , es decir si el encuentro se considera casual los dos deben saberlo. Odio las frases esas frases que insinúan que hay algo más cuando no existe. Si dices: te voy llamar. !Por Dios llama ! Si no lo quieres hacer no me pidas le teléfono que yo haré lo mismo.
Las mujeres solemos hacernos castillo, películas, vídeos de encuentros fantasiosos. al final de cuentas todas buscamos lo mismo un tipo (o una vieja) que cuando todo haya terminado te abrace para no sentir ese vacio que viene después cuando el calor se ha ido.
Yo recuerdo cuando era adolescente y me dieron mi primer beso fue algo soñado todavía recuerdo mis pies elevados y a él no lo olvido nunca. Cuando de los besos, se pasa al manoseo y del manoseo a la cópula. Uno tiende a minimizar el sentido de las cosas " Ah, solo fue un beso!". la verdad no hay nada más lindo, más tierno que eso. Después del beso uno ya sabe si la persona que anda por ahí le movió el piso o definitivamente no te gusta. Quizás tiene la saliva espesa, te mete la lengua hasta la garganta o que sé yo que no te guste que te hagan. Es el beso el que define si vas poder seguir o no el camino debajo de las caderas.
Espero que llegue el día, que no busque más y tenga un@ que me haga volar con cada beso,con cada caricia, con cada mano y que no desee más caderas que las suyas, ni más besos ni más manos.
Mientras tanto a disfrutar
* Soy un poco de todo en una. Soy una perra, soy una amante, soy una niña, soy una madre, soy una pecadora soy una santa. No me siento avergonzada
martes, 24 de abril de 2007
En clave de telenovela
Hoy, después de pensarlo un poco (solo un poco, por la obviedad), he llegado a la conclusión de que parte de este caos sentimental radica en que he visto demasiadas telenovelas durante toda mi vida.
Empezando por 'Candy Candy' y 'Mujercitas' (novelitas camufladas en dibujos animados) hasta cualquier bodrio brasileño, venezolano o colombiano o de donde sea que se cruce por mi televisión entre las nueve y las doce de la noche. Bueno, es cierto que la televisión ecuatoriana tiene su parte de culpa, pero acepto mi parte, mi gran parte.
Las telenovelas... Te llenan la mente de fantasías absurdas y te hacen creer que existen cosas que en realidad no existen, por ejemplo el amor.
Siguen la fórmula del cuento clásico: un sujeto, el héroe (la heroína, en el caso que nos ocupa, es decir la princesa o la pobre huérfana o ciega o lisiada o desmemoriada o bruta o lo que sea) busca un objeto (el amor, la felicidad, estabilidad, una familia, casi siempre todo esto encarnado en el príncipe, todo él rico, guapo, inteligente, caballero, en fin, imposible) y para lograrlo cuenta con ayudantes (la nana, el abogado bueno, los amigos de verdad verdad) y oponentes (la bruja mala, las hermanastras, el papito ambicioso).
Mientras dure el periplo por conseguir el objeto, nuestra heroína deberá pasar por innumerables penurias que la convertirán de boba o pobre en una mujer totalmente distinta, merecedora absoluta de todo lo que ha querido lograr. Bueno, también ayuda siempre el descubrir que se tiene un padre rico o se ha heredado una fortuna invaluable.
En fin, volviendo a mi vida, repito que las telenovelas han influido demasiado. Han llenado mi cabeza de fantasías que no hubiera tenido de no haber caído en sus garras y haber preferido leer a Julio Verne o Alejandro Dumas cuando tenía siete años. Bueno, la cosa es que con todo ese bagaje de heroínas que encuentran al príncipe encantado vivo imaginándome estupideces.
He aquí un par de ejemplos ejemplos: llevamos viéndonos un poco más de un año y de una u otra manera podemos decir que somos amantes (bueno, dejémonos de romanticismos: agarre), sin embargo espero que algún día asome en mi puerta sobrio y me diga que no puede vivir sin mí, que después de haber desperdiciado su vida en whateverines sin gracia ha descubierto que soy la mujer de su vida, que me prefiere a mí. (Una musiquita cursi, grandes letras con la palabra fin y el esperado beso de amor).
Otro ejemplo: lo conocí hace una semana y me sentí absolutamente agradecida de que hubiera borrado de mi almohada el olor del otro (del de arriba, del agarre amante). Hasta sentí mariposas en el estómago, sí. Bueno, nos vimos un día más y descubrí que tenía una novia (la bruja mala, la amenaza oculta, el oponente) y el encuentro terminó en un piquito a la orilla de un taxi. Regresé a la casa con las mismas maripositas y una sonrisa de imbécil que se me burlaba desde el espejo del ascensor ('tiene novia, pero qué importa, estorba pero no impide). Nunca más llamó, no respondió más mis mensajes. Y yo sigo esperando, como fiel fanática de las telenovelas de las ocho, que cuando llegue a mi casa me encuentre con algún mensaje suyo, es más, que me lo encuentre a él y me diga que al final me ha preferido a mí. (Otra vez la musiquita cursi, el fin escrito en letras rosadas y el gran beso que sella la felicidad con silicona).
Y no más ejemplos, estas son las telenovelas que me estoy haciendo ahora y no me doy cuenta (o no quiero, porque darme cuenta sería apagar la tele y hacer cosas importantes) de que el amor eterno no existe, de que lo realmente importante de una historia es lo que sucede después de que el equipo de producción pone fin y los protagonistas se van a dormir en camas separadas.
Debería dejar este vicio y de una vez por todas apagar la tele y quemar cualquier cartucho que quede con historias 'románticas'. Debería, pero aún no sé si quiero, porque hacerlo implicaría vivir la vida que me ha tocado.
lunes, 23 de abril de 2007
Y qué busca?
Qué me decidió a escribir en este blog? Ni para que contarlo si todo llega a lo mismo, Soy soltera, no importa mi edad, y por más que me "esfuerzo" no logro obtener lo que quiero (Pareja estable, Trabajo estable, Apartamento, Carro, Viajar lugares paradisíacos, Dinero gastar en tonterías, 5 kilos menos de abdomen, 2 kilos más de senos y nalgas y una cintura de avispa), nada de esto no llega.
Claro que cada uno de estos puntos merecería una explicación
Pareja estable: No es que sea fea, ni mucho menos, tampoco soy miss universo en persona. Me considero muy normal en cuanto a belleza se refiere, un poco fuera de parámetros en cuanto a carácter. Y a través de los años he tenido diferentes parejas pero ninguna estable. Y es que yo considero que los hombres son fuera de este mundo (no como halago, que quede claro) nunca saben realmente lo que quiero. Así que desde hace un tiempo para acá decidí que no me los habría de tomar en serio. Creí que eso habría de solucionar mi vida, pero los resultados ha sido funestos… si es cierto conozco a muchos pero ninguno lo suficientemente interesante para quedarse y ya estoy aburrida de andar por ahí siendo miss sexy que puede con todos. Quiero un niño lindo y cariñoso que sea un as en la cama y que se preocupe por mí tanto como yo me preocuparé por él.
Trabajo estable: Tengo un trabajo, pero no me gusta. Quisiera tener el trabajo de mis sueños, con vista el mar o las montañas, horarios flexibles, magnifico sueldo y que además me permita conocer personas interesantes. Pero sobre todo que me guste hacerlo. Es acaso mucho pedir? Digo yo.
Apartamento y carro: Bueno todo esto sería un plus del anterior teniendo ese trabajo maravilloso que deseo pondría tener esto también. O por otro lado siempre queda la 2da opción pareja rica que desee compartir lo que tiene conmigo.
Viajar a lugares paradisíaco: Dubai, Pekín, las islas del pacífico, Sri Lanka, Maruecos, etc., etc., etc. Todo esto de vacaciones y en buena compañía. Sin tener que preocuparme por la cuenta y traer mucho regalos para la familia y los amigos
Dinero para gastar en tonterías: Yo insisto en que debo ser menos acelerada a la hora de comprar algo pero por más que me esfuerzo sigo siendo una consumidora compulsiva. Y no me vendría nada mal después de todo unos cientos de dolaritos para gastármelos en tonterías, esas cosas que siempre queremos y para las cuales nunca tenemos el dinero. Y todo vuelve a lo mismo. Un buen trabajo que me pague montones o una pareja que me ayude a pagar mis gastos generales. Así me quedaría algo para gastarlo en mí o en él.
5 kilos menos de abdomen, 2 kilos más de senos y nalgas y una cintura de avispa: Todo eso sin hacer ejercicio, ni dieta, ni someterme a ningún procedimiento quirúrgico (Quiero que todo sea natural) mejor dicho un milagro de la naturaleza y que además sea instantáneo… ya sé, ya sé ustedes dirán… ¿No quiere a demás una limonadita de mango?
Esto no es todo lo que quiero en realidad pero si lo que se me viene a mente ahora que estoy escribiendo.
Aunque la vida no es toda así de trivial, las cosas profundas las dejamos para más tarde.
Claro que cada uno de estos puntos merecería una explicación
Pareja estable: No es que sea fea, ni mucho menos, tampoco soy miss universo en persona. Me considero muy normal en cuanto a belleza se refiere, un poco fuera de parámetros en cuanto a carácter. Y a través de los años he tenido diferentes parejas pero ninguna estable. Y es que yo considero que los hombres son fuera de este mundo (no como halago, que quede claro) nunca saben realmente lo que quiero. Así que desde hace un tiempo para acá decidí que no me los habría de tomar en serio. Creí que eso habría de solucionar mi vida, pero los resultados ha sido funestos… si es cierto conozco a muchos pero ninguno lo suficientemente interesante para quedarse y ya estoy aburrida de andar por ahí siendo miss sexy que puede con todos. Quiero un niño lindo y cariñoso que sea un as en la cama y que se preocupe por mí tanto como yo me preocuparé por él.
Trabajo estable: Tengo un trabajo, pero no me gusta. Quisiera tener el trabajo de mis sueños, con vista el mar o las montañas, horarios flexibles, magnifico sueldo y que además me permita conocer personas interesantes. Pero sobre todo que me guste hacerlo. Es acaso mucho pedir? Digo yo.
Apartamento y carro: Bueno todo esto sería un plus del anterior teniendo ese trabajo maravilloso que deseo pondría tener esto también. O por otro lado siempre queda la 2da opción pareja rica que desee compartir lo que tiene conmigo.
Viajar a lugares paradisíaco: Dubai, Pekín, las islas del pacífico, Sri Lanka, Maruecos, etc., etc., etc. Todo esto de vacaciones y en buena compañía. Sin tener que preocuparme por la cuenta y traer mucho regalos para la familia y los amigos
Dinero para gastar en tonterías: Yo insisto en que debo ser menos acelerada a la hora de comprar algo pero por más que me esfuerzo sigo siendo una consumidora compulsiva. Y no me vendría nada mal después de todo unos cientos de dolaritos para gastármelos en tonterías, esas cosas que siempre queremos y para las cuales nunca tenemos el dinero. Y todo vuelve a lo mismo. Un buen trabajo que me pague montones o una pareja que me ayude a pagar mis gastos generales. Así me quedaría algo para gastarlo en mí o en él.
5 kilos menos de abdomen, 2 kilos más de senos y nalgas y una cintura de avispa: Todo eso sin hacer ejercicio, ni dieta, ni someterme a ningún procedimiento quirúrgico (Quiero que todo sea natural) mejor dicho un milagro de la naturaleza y que además sea instantáneo… ya sé, ya sé ustedes dirán… ¿No quiere a demás una limonadita de mango?
Esto no es todo lo que quiero en realidad pero si lo que se me viene a mente ahora que estoy escribiendo.
Aunque la vida no es toda así de trivial, las cosas profundas las dejamos para más tarde.
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