lunes, 30 de abril de 2007

Todos los hombres el hombre

Parafrasearé a Cortázar para plantear una gran solución que se me acaba de ocurrir: que todos los hombres sean uno solo. Es simple: en vez de amargarnos, deprimirnos o cabrearnos porque fulanito, menganito o sutanito no nos paran zona, no quieren salir con nosotras, se quedaron sin mensajes en el celu, tienen que atender a sus santas madres, ver el fútbol o simplemente se cansaron de nosotras, pues nos buscamos un hombre ad hoc y ya.

La cosa es práctica, siempre hay mil hombres rondando (aunque nuestra monogámica miopía nos lo impida ver) y en lugar de meternos en los recovecos tortuosos de una relación o un agarre con expectativas, es más simple tomar de cada uno lo que nos convenga. O sea, siempre hay el amigo dispuesto a escuchar o a dar abrazos de oso, pues si estamos tristes, con ánimo de Morelia o con el maldito síndrome premenstrual, lo llamamos, lloramos un rato en su hombro, nos abraza, nos pasa una buena dosis de endorfinas y ya.

Si en cambio queremos irnos de farra, recurrimos al amigo que siempre estará dispuesto a bailar un ratito o acolitarnos al bar, aunque luego desaparezca. Una rica farra, en buena compañía a nadie le viene mal y aún mejor si el amigo te paga los tragos y te va a ver y te devuelve a la casita, sana y salva.

También está el hombre que está ahí cuando necesitas sexo y unos besitos y sentirte una mujer maravillosa y deseada. Ese siempre es el más dispuesto o, mejor dicho, siempre hay varios dispuestos para eso. Pues lo llamas, pasas una noche a lo bestia, te tranquilizas un poco, alimentas tu autoestima y ya, hasta la próxima.

Puede sonar utilitario, promiscuo, trivial, pero para mí solamente es práctico, es una forma de no comprometerte y decir, de alguna manera, que estás con alguien. Eso es más relajado que pasar noches y días preguntándote qué será de aquel que no llama o no te busca o no quiere nada contigo. Es más simple y más sano que estar esperando que el idiota que tiene novia se fije en ti.

Bueno, eso sí, esta solución es práctica si lo que necesitas es un hombre (quién no los necesita a veces, aceptémoslo), pero quizá también sea útil aprender a vivir sola y disfrutar de las ventajas que tiene salir sola de farra, o pasar una tarde en casa viendo pelis o haciendo nada, o salir con tus amigas a tomarte un trago y hablar de la vida (o huevadas o de ellos, que casi siempre acaba en lo mismo), o salir simplemente a caminar, al teatro, al cine.

En fin, creo que lo fundamental es no amargarse y disfrutar un poco más de la vida, de tu vida, y de las relaciones, aunque duren dos segundos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ustedes, las muejers nos necesitan, como nosotros a ustedes y no se puede negar

Anónima dijo...

Anónimo, claro que no se puede negar, los necesitamos, pero lo que quiero decir es que un hombre no es lo único que necesitamos.

Anónimo dijo...

que piensas del sexo casual ?? o te gusta mas el antes del acto, como una buena conversacion, una comida, copas de vino, caricias y jugueteos ??

Anónima dijo...

Anónimo, para mí las dos cosas tienen su encanto. El sexo casual está bien cuando eso es lo que buscas y es muy necesario tener clara la película.
En cuanto al antes del acto, es muy encantador y muy romántico.