martes, 11 de septiembre de 2007

En territorio ajeno

No había pasado en mucho tiempo. Hace como una semana tuve un romance (bueno siempre me pasa) con un tipo que en muchos aspectos me pareció espectacular (esto ya no pasa tan seguido, pero en uno que otro aspecto sí), pero lo extraño fue que después de mucho mucho tiempo me daba la licencia de dormir en casa ajena.

Supongo que a muchos no les parecerá extraño, pero a mí sí. Despertar en una cama ajena, en una casa ajena es muy extraño para mí, tanto que procuro no hacerlo nunca, pero esta vez lo hice. Yo siempre he procurado que cualquier 'guerra' que se libre sea en mi territorio. Es mucho más fácil aplicar cualquier estrategia o improvisar cualquier maniobra desde tu propio territorio, cuando te conoces el lugar y el otro es el extranjero, el visitante, el intruso y es bajo tus reglas bajo las que se juega y sabes que tú mandas.

Estar en territorio ajeno, pese a lo segura que puedas sentirte internamente, no deja de ser una aventura y una sorpresa, desde los olores que percibes, hasta el orden del otro, desde las costumbres y manías que vas descubriendo, en fin, son varias cosas. Yo me sentí un poco extraña en esta aventura, bienvenida sí, pero bastante extraña. No sé, creo que prefiero jugar en mi territorio, claro que si otra vez él me vuelve a invitar a jugar en el suyo, de pronto me anime y salga corriendo.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Cómo terminar una relación, segunda y última entrega

Fórmula típica versión 1.2:

Para lograr que esta fórmula funcione adecuadamente no debe preparar a la victima es necesario que todo sea de sopetón y que la otra persona no sepa que decir ni como reaccionar. Al contrario de la formula descrita en la primera entrega esta es un ataque sorpresa. No importa al género que usted pertenezca aquí lo importante es la fuerza de voluntad.

El día D:

Usted no recibe más llamadas y solo hace una.

¿ fulanit@? Oye quiero hablar contigo de algo importante. Sabes las cosa no van bien y quiero terminar con esta relación
Fulanit@: ¿Qué? ¿Qué fue lo que paso?Igual que en la primera formula la respuesta siempre es la misma: “No te pongas mal. No eres tú, Soy yo. Estoy confundid@. La verdad es que creo que no estoy preparado para seguir en una relación.” “Tu has sido lo mejor que me ha pasado en la vida, pero no es el momento ideal”

Sin dar tiempo a una respuesta se despide y cuelga el teléfono


Fórmula típica versión 1.3:

El olvido… la versión más simple de todas un día te olvidas y ya.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Un tratado sobre el amor.

Que cursi suena ese asusto, no? Bueno la verdad es que esto de los sentimientos es un poco complicado, pero de eso estoy segura más de uno lo sabe.

Pero ¿hacer un tratado sobre el amor? ¿Qué temas debería tratar? ( valga la redundancia) ¿clases de amor, formas de amor, que se considera amor?

Bueno y es que a mí no me tiembla la mano, ni la boca, un poco las rodillas cuando se trata de decirle a alguien que lo quiero o la quiero. Es más siento la necesidad extrema de que la otra persona (mi mamá, mi papá, mis hermanos, tíos, primos, amigos del alma, mis ángeles o demonios, mi alma gemela y aquel que me atormenta) lo sepa. Que conozca de mi propia mano o boca que yo lo quiero, que en algunos de estos casos los amo.

El amor se supone no debe atarte te libera dicen por ahí, así que si el este sentimiento me libera, el que la otra persona lo sepa me hace libre a mí espero que la libere también.

jueves, 2 de agosto de 2007

Jelou

Hace mucho tiempo que nadie escribe nada en este blog, me llamó mucho la atención ver un comentario (¡al menos alguien nos lee, gracias anónimo!) y eso me animó a escribir, aunque no sé bien de qué.

Quizá puedo decir que en eso de superar mi incompetencia emocional a veces me va bien y a veces mal. Hay días en que no lo logro, en que resulta más cómodo callarse y cruzar los brazos y decir como decía Kiko en El Chavo: pues me doy. Hay días, en cambio, en que soy muy fuerte, muy competente, muy dueña de mí y tomo las decisiones correctas en el momento oportuno. ¿Qué le voy a hacer? Al final soy una humana, aunque la frase suene a perogrullada.

Sobre mis resultados en el trabajo, pues creo que es donde mejor me va, como siempre, de todas maneras hay que ir tomando las riendas del equipo y hacer lo que debo hacer, aunque confieso que me cuesta muchísimo 'visibilizarme', eso de tener que hablar alto y ser dura no suele ir mucho con mi perfil bajo. Esto del perfil bajo es algo muy chistoso, no suelo ser de las personas que se está alabando todo el tiempo o blandiendo su currículum por todo lugar, y tampoco me interesa serlo, pero a veces pienso que durante mi crianza alguien cometió un grave error al inculcarme la humildad y el poco afán de sobresalir, en fin.

En cuanto a amores, la prueba no ha sido para nada fácil, para nada. Ahora no hay nadie a la vista, bueno nadie concreto, hay muchos hombres que quieren verme, salir conmigo, no sé si es interés de verdad o solo interés por acostarse conmigo. No sé si la imagen que estoy dando es la errada o qué mismo, no sé si el hecho de vivir sola da una mala señal, no sé. Pero siento que las cosas ahí no van tan bien. Sé que lo que debo hacer es serenarme, detenerme un rato. A veces detenerse no es malo, aunque dé miedo.

Y eso. No hay mucho más que contar, ahora solo estoy cansada, pero siempre es bueno escribir.

viernes, 25 de mayo de 2007

IEA, la prueba

Había quedado en contarles como me iba con esto de hacerle frente a la incompetencia emocional. He aquí un par de resultados:

Empezaré por el campo profesional, cuyos resultados me han sido un poco más gratos. Uno de los chicos de mi departamento no estaba haciendo bien las cosas y yo soy la jefa. Bueno, aparte de que soy la jefa tengo que demostrar mi competencia dentro del cargo porque aún no tengo un contrato definitivo.

Me había costado mucho hablar con él, atreverme, pero la situación estaba llegando al límite y el descontento por su actitud era general en el departamento. Bueno, la cosa es que le dije que no iba a tolerar que siguiera con esa actitud, que si la próxima vez tenía una queja, pues tocaba recurrir a otras medidas. Y me sentí mejor, al menos sentí que perdí un poco el miedo a darme mi lugar y a hacerme cargo de mi puesto. Eso. Lo malo es que no me hizo mucho caso, tocará actuar otra vez.

En el otro campo, el de las relaciones, pues estaba saliendo con un chico que me gustaba mucho, creo que después de mucho tiempo al fin sentía que quería quedarme, que había encontrado al hombre que los reunía a todos. Pero la cosa es que no estaba claro qué mismo éramos, si novios, amigos, amigovios, amantes, vacile, qué... Cuando tengo esta clase de dudas la incompetencia siempre me impide preguntar, por el miedo a perder y a no coincidir. Pero esta vez me lo había prometido, además sentía que la relación valía la pena como para ponerle un nombre y como me estaba enamorando, necesitaba tener la certeza de que no solo íbamos en el mismo tren, sino hacia el mismo lugar.

Y pregunté. Y la respuesta fue un clásico no estoy preparado, las cosas no son siempre como tú las quieres, etc. En fin, fue algo muy triste, pero en el fondo me sentí orgullosa de haber dado el paso, aunque el paso haya implicado una pérdida. No me siento tan contenta con la decisión, pero de todas maneras sé que superar la incompetencia quiere decir también superar el miedo a tomar decisiones y, sobre todo, entender que las decisiones adecuadas no siempre son las que te hacen más feliz en el corto plazo pero sí en el largo.

Eso, queridos, presiento que no es todo, sin embargo, porque es solo un paso, ahora lo que viene es vivir con eso, sostener mis decisiones y seguir caminando, algún día de seguro me sentiré más sabia y, quizá, ni siquiera tenga que preguntar para obtener la respuesta correcta. Auswiedersehen.

miércoles, 16 de mayo de 2007

Incompetentes Emocionales Anónimos (IEA)

Lo confieso: soy una incompetente emocional. Ya. He dado el gran paso. Ahora deberían venir los aplausos, los abrazos, los 'estamos contigo', en fin.

Creo que si existiera IEA yo sería una de las primeritas en estar ahí y de seguro me encontraría con mucha gente conocida, muchos amigos, muchos ex amantes, muchos ex compañeros, mucha mucha gente.

Y es que esto de la incompetencia emocional es un gran problema y su detonante, bueno, mejor dicho, lo que la represa es el miedo. El miedo de lanzarse al agua, de ahondar en sentimientos insospechados, de encontrarnos en lugares extraños y hasta maravillosos. El miedo nos paraliza y evita que tomemos decisiones que a la larga nos van a hacer más felices o más maduros.

Sí, el miedo también nos impide comunicarnos y esta falta de comunicación es uno de los síntomas de la incompetencia emocional. Cuántos dolores nos ahorraríamos si tuviéramos el miedo a comunicarnos, a expresar lo que sentimos sin temor y sin vergüenza.

Por ejemplo, cuántas lágrimas no ahorraría aclarar las cosas desde el principio cuando nos metemos en una relación. Por ejemplo, aunque suene a manía por ponerles nombre a las cosas, sería bueno preguntar ¿qué mismo somos? ¿qué queremos el uno del otro? En fin, pero esta incompetencia hace que dejemos todo para luego, que al final es para nunca, o para los momentos de soledad en los que tratamos de justificarnos.

También, si fuéramos más competentes y menos miedosos, tendríamos más suerte en cuestiones laborales, cuando alguna actitud nos molesta pues simplemente la decimos y nos sacamos el alfiler y ya, pero podemos hasta arriesgarnos a perder un puesto por no decir las cosas claras y la incompetencia emocional nos convierte en incompetentes profesionales, incapaces de solucionar los problemas del día a día.

Yo realmente he tenido varios problemas con el asunto, pero ahora estoy sin poder más con los alfileres y las preguntas se me están atragantando y tengo ganas de mirar a los ojos y hablar y hablar. Ya di, el paso, confieso que soy una incompetente emocional. Ahora viene lo más difícil: dejar el vicio. Ya les avisaré cómo me va.

lunes, 14 de mayo de 2007

Cómo terminar una relación

Fórmula típica versión 1.1:

Para lograr que esta fórmula funcione adecuadamente es necesario preparar la sujeto (objeto del experimento) con algunos días de antelación. Una semana antes:

Si usted pertenece al género femenino no devuelva llamadas, no acepte invitaciones y cada vez que le haga un cumplido no se dé por enterada.

Si usted pertenece al género masculino no l@ llame, no l@ invite, no le haga cumplidos (a esto llamaremos acción A)

Además puede (sin importar género) Inventar falsos compromisos, a menos que tenga compromisos reales los cual sería mucho mejor. Hablar de un(a) amig@ con que sale siempre, pero su pareja aun no conoce. Comentar sobre compromisos sociales a los cuales usted no asistió con su pareja, pero si con el/la amigo@ del que siempre comenta.

El día D:

Ese día: Usted invita a la victima a tomar un café de preferencia en un sitio público, pero poco concurrido para evitar que haya escenas con mucho espectadores. Es decir si usted habita en:

· Quito: No vaya a la plaza Foch.
· Bogotá: No se le ocurra ir a la 93.
· Ambato: Procure no estar cerca de Fijoa.
· Cuenca: aléjese la Remigio Crespo.
· Cali: la sexta no es la mejor opción

En el momento del encuentro no l@ saluda de pico, sino de beso en la mejilla. Esto es muy importante ya que este será el indicio para hacerle saber usted esta decidid@ a no continuar con esta relación. Una vez estén sentados y ya hayan pedido su orden usted comienza por decir:

“Sabes he estado pensando mucho (así no sea cierto) y creo que esto no va más”

Espera la reacción de la contra parte .Algunas opciones:
- Ya me lo imaginaba. Has estado muy rar@ este tiempo.
- ¿Por qué? ¿Qué hice mal?
- No me dejes, sea lo que sea yo puedo cambiar
- “silencio”
Para cualquiera de ellas la respuesta siempre es la misma:

No te pongas mal. No eres tú, Soy yo. Estoy confundid@. La verdad es que creo que no estoy preparado para seguir en una relación.”

“Tu has sido lo mejor que me ha pasado en la vida, pero no es el momento ideal”

Si el sujeto de experimento se pone a llorar…NO L@ ABRACE háblele calmadamente. Procure escoger una hora vespertina para el encuentro de esa manera si la victima es mujer no tendrá que llevarla a su casa y si es hombre, usted podrá irse a su casa en un taxi.

Próxima entrega "formula típica version 1.2"

jueves, 10 de mayo de 2007

Alguna vez, en mi cama

Pienso en todos los hombres que han estado alguna vez en mi cama. no han sido montones, pero sí han sido varios. Muy distintos el uno del otro. O muy similares, no sé. Quizá lo único que han tenido en común el uno con el otro han sido mi cama y yo.
No sé por qué los he pensado, quizá por ese ejercicio necesario o vicioso de la memoria, porque a ratos es bueno recordar cada una de las experiencias, porque en el fondo, como antes escribí, todos son uno solo, ojo que no digo lo mismo o, peor aún, la misma huevada, sino que han sido uno, historias repitiéndose encima de mi cama, caricias recorriéndome el cuerpo, mis manos recorriendo un cuerpo, bocas, piernas, caderas, besos, sexo, susurros, miradas, orgasmos... en fin, pocas veces un sentimiento, deseo a millares, pero sentimientos no.
Es como que a los pies de la cama, o del colchón ahora, quedara de mutuo acuerdo cualquier sentimiento o cualquier atisbo, o la conversación -borracha o no- con las miles de confidencias que nos acercaban. Sobre la cama solo nos puede acercar el deseo, un cuerpo que habita en otro y punto.
Alguien preguntaba qué prefiero, si el sexo casual o lo que está antes de él (una salida, una buena conversación, jugueteos, caricias...), pues creo que me quedo con cualquier cosa que esté dentro de mi cama, de mi territorio, de ese lugar que es solo mío, sea lo que sea, casual o no casual. Pensándolo bien, preferiría que alguien se quedara...

lunes, 30 de abril de 2007

Todos los hombres el hombre

Parafrasearé a Cortázar para plantear una gran solución que se me acaba de ocurrir: que todos los hombres sean uno solo. Es simple: en vez de amargarnos, deprimirnos o cabrearnos porque fulanito, menganito o sutanito no nos paran zona, no quieren salir con nosotras, se quedaron sin mensajes en el celu, tienen que atender a sus santas madres, ver el fútbol o simplemente se cansaron de nosotras, pues nos buscamos un hombre ad hoc y ya.

La cosa es práctica, siempre hay mil hombres rondando (aunque nuestra monogámica miopía nos lo impida ver) y en lugar de meternos en los recovecos tortuosos de una relación o un agarre con expectativas, es más simple tomar de cada uno lo que nos convenga. O sea, siempre hay el amigo dispuesto a escuchar o a dar abrazos de oso, pues si estamos tristes, con ánimo de Morelia o con el maldito síndrome premenstrual, lo llamamos, lloramos un rato en su hombro, nos abraza, nos pasa una buena dosis de endorfinas y ya.

Si en cambio queremos irnos de farra, recurrimos al amigo que siempre estará dispuesto a bailar un ratito o acolitarnos al bar, aunque luego desaparezca. Una rica farra, en buena compañía a nadie le viene mal y aún mejor si el amigo te paga los tragos y te va a ver y te devuelve a la casita, sana y salva.

También está el hombre que está ahí cuando necesitas sexo y unos besitos y sentirte una mujer maravillosa y deseada. Ese siempre es el más dispuesto o, mejor dicho, siempre hay varios dispuestos para eso. Pues lo llamas, pasas una noche a lo bestia, te tranquilizas un poco, alimentas tu autoestima y ya, hasta la próxima.

Puede sonar utilitario, promiscuo, trivial, pero para mí solamente es práctico, es una forma de no comprometerte y decir, de alguna manera, que estás con alguien. Eso es más relajado que pasar noches y días preguntándote qué será de aquel que no llama o no te busca o no quiere nada contigo. Es más simple y más sano que estar esperando que el idiota que tiene novia se fije en ti.

Bueno, eso sí, esta solución es práctica si lo que necesitas es un hombre (quién no los necesita a veces, aceptémoslo), pero quizá también sea útil aprender a vivir sola y disfrutar de las ventajas que tiene salir sola de farra, o pasar una tarde en casa viendo pelis o haciendo nada, o salir con tus amigas a tomarte un trago y hablar de la vida (o huevadas o de ellos, que casi siempre acaba en lo mismo), o salir simplemente a caminar, al teatro, al cine.

En fin, creo que lo fundamental es no amargarse y disfrutar un poco más de la vida, de tu vida, y de las relaciones, aunque duren dos segundos.

Sobre Sexo... Lujuría


Hay algo que todos buscamos más que el dinero y muchas veces es una moneda en si mismo:

EL SEXO.

Con amor, con pasión, amistoso, cariñoso, meloso, fuerte, corto, largo, recurrente, imprevisto, one night stand, con amante, con amantes, esposo(s) , esposa, esposas, entre hombres, entre mujeres, sensible, loco, indecente, sucio, puritano y mojigato.

No conozco la primera persona que no lo desee en su vida. Que no desee a alguien más, por decir menos. Cada uno de nosotros ponemos los limites de hasta donde queremos y podemos llegar.
En esto del sexo cabe esa frase de “entre gustos no hay disgustos” a lo que yo he dicho "siempre y cuando pase a puerta cerrada y de mutuo acuerdo, cada quien puede hacer de su culo un candelero”.

Yo suelo ser un poco tímida en el día a día, pero en la cama puedo ser muchas cosas como dice la canción “I'm a little bit of everything all rolled into one. I'm a bitch, I'm a lover, I'm a child, I'm a mother, I'm a sinner, I'm a saint. I do not feel ashamed”* y realmente no tengo vergüenza alguna. Algunas veces tengo nervios, pero no vergüenza. Nervios de que las cosas no salgan también. Un nunca sabe Quizás para algunos uno es perfecta en la cama, pero para otros no. Todo es cuestión de la química y el feeling de cada pareja.


Hay quienes prefieren el sexo sucio, fuerte; tímido y esquivo. Ser entes pasivos, esclavos o amos.
Yo prefiero el silencio que me permite escuchar el cuerpo de la otra persona, esas pequeñas reacciones que te dejan saber si el otro disfruta o no de lo que estas haciendo. Los besos que se abandonan con un dejo de aliento sobre los labios. Esos que te buscan con pasión pero no te ahogan. Las manos deben ser firmes y fuertes pero sin hacer daño. Nada de miedo a tocar, que lo hagan como si yo fuera la última mujer su historia aunque haya 10 o 20 más haciendo cola en la puerta.


Me falta la libertad que te da el no tener prejuicios, algunos están tan dentro de mí que no hay como sacarlos del todo. Algunos otros se han ido con el tiempo y solo dejaron rastros.
Del pudor? Creo que lo he perdido, pero el juego a ser pudorosa (no lo mismo que mojigata) me gusta. Adoro esas peleas ficticias donde uno de los dos juega a no querer con una sonrisita burlona entre los labios que te dice: Sigue, no te detengas.


Me gustan las reglas claras , es decir si el encuentro se considera casual los dos deben saberlo. Odio las frases esas frases que insinúan que hay algo más cuando no existe. Si dices: te voy llamar. !Por Dios llama ! Si no lo quieres hacer no me pidas le teléfono que yo haré lo mismo.

Las mujeres solemos hacernos castillo, películas, vídeos de encuentros fantasiosos. al final de cuentas todas buscamos lo mismo un tipo (o una vieja) que cuando todo haya terminado te abrace para no sentir ese vacio que viene después cuando el calor se ha ido.

Yo recuerdo cuando era adolescente y me dieron mi primer beso fue algo soñado todavía recuerdo mis pies elevados y a él no lo olvido nunca. Cuando de los besos, se pasa al manoseo y del manoseo a la cópula. Uno tiende a minimizar el sentido de las cosas " Ah, solo fue un beso!". la verdad no hay nada más lindo, más tierno que eso. Después del beso uno ya sabe si la persona que anda por ahí le movió el piso o definitivamente no te gusta. Quizás tiene la saliva espesa, te mete la lengua hasta la garganta o que sé yo que no te guste que te hagan. Es el beso el que define si vas poder seguir o no el camino debajo de las caderas.

Espero que llegue el día, que no busque más y tenga un@ que me haga volar con cada beso,con cada caricia, con cada mano y que no desee más caderas que las suyas, ni más besos ni más manos.

Mientras tanto a disfrutar


* Soy un poco de todo en una. Soy una perra, soy una amante, soy una niña, soy una madre, soy una pecadora soy una santa. No me siento avergonzada

martes, 24 de abril de 2007

En clave de telenovela

Hoy, después de pensarlo un poco (solo un poco, por la obviedad), he llegado a la conclusión de que parte de este caos sentimental radica en que he visto demasiadas telenovelas durante toda mi vida.

Empezando por 'Candy Candy' y 'Mujercitas' (novelitas camufladas en dibujos animados) hasta cualquier bodrio brasileño, venezolano o colombiano o de donde sea que se cruce por mi televisión entre las nueve y las doce de la noche. Bueno, es cierto que la televisión ecuatoriana tiene su parte de culpa, pero acepto mi parte, mi gran parte.




Las telenovelas... Te llenan la mente de fantasías absurdas y te hacen creer que existen cosas que en realidad no existen, por ejemplo el amor.

Siguen la fórmula del cuento clásico: un sujeto, el héroe (la heroína, en el caso que nos ocupa, es decir la princesa o la pobre huérfana o ciega o lisiada o desmemoriada o bruta o lo que sea) busca un objeto (el amor, la felicidad, estabilidad, una familia, casi siempre todo esto encarnado en el príncipe, todo él rico, guapo, inteligente, caballero, en fin, imposible) y para lograrlo cuenta con ayudantes (la nana, el abogado bueno, los amigos de verdad verdad) y oponentes (la bruja mala, las hermanastras, el papito ambicioso).

Mientras dure el periplo por conseguir el objeto, nuestra heroína deberá pasar por innumerables penurias que la convertirán de boba o pobre en una mujer totalmente distinta, merecedora absoluta de todo lo que ha querido lograr. Bueno, también ayuda siempre el descubrir que se tiene un padre rico o se ha heredado una fortuna invaluable.

En fin, volviendo a mi vida, repito que las telenovelas han influido demasiado. Han llenado mi cabeza de fantasías que no hubiera tenido de no haber caído en sus garras y haber preferido leer a Julio Verne o Alejandro Dumas cuando tenía siete años. Bueno, la cosa es que con todo ese bagaje de heroínas que encuentran al príncipe encantado vivo imaginándome estupideces.

He aquí un par de ejemplos ejemplos: llevamos viéndonos un poco más de un año y de una u otra manera podemos decir que somos amantes (bueno, dejémonos de romanticismos: agarre), sin embargo espero que algún día asome en mi puerta sobrio y me diga que no puede vivir sin mí, que después de haber desperdiciado su vida en whateverines sin gracia ha descubierto que soy la mujer de su vida, que me prefiere a mí. (Una musiquita cursi, grandes letras con la palabra fin y el esperado beso de amor).

Otro ejemplo: lo conocí hace una semana y me sentí absolutamente agradecida de que hubiera borrado de mi almohada el olor del otro (del de arriba, del agarre amante). Hasta sentí mariposas en el estómago, sí. Bueno, nos vimos un día más y descubrí que tenía una novia (la bruja mala, la amenaza oculta, el oponente) y el encuentro terminó en un piquito a la orilla de un taxi. Regresé a la casa con las mismas maripositas y una sonrisa de imbécil que se me burlaba desde el espejo del ascensor ('tiene novia, pero qué importa, estorba pero no impide). Nunca más llamó, no respondió más mis mensajes. Y yo sigo esperando, como fiel fanática de las telenovelas de las ocho, que cuando llegue a mi casa me encuentre con algún mensaje suyo, es más, que me lo encuentre a él y me diga que al final me ha preferido a mí. (Otra vez la musiquita cursi, el fin escrito en letras rosadas y el gran beso que sella la felicidad con silicona).

Y no más ejemplos, estas son las telenovelas que me estoy haciendo ahora y no me doy cuenta (o no quiero, porque darme cuenta sería apagar la tele y hacer cosas importantes) de que el amor eterno no existe, de que lo realmente importante de una historia es lo que sucede después de que el equipo de producción pone fin y los protagonistas se van a dormir en camas separadas.

Debería dejar este vicio y de una vez por todas apagar la tele y quemar cualquier cartucho que quede con historias 'románticas'. Debería, pero aún no sé si quiero, porque hacerlo implicaría vivir la vida que me ha tocado.

lunes, 23 de abril de 2007

Y qué busca?

Qué me decidió a escribir en este blog? Ni para que contarlo si todo llega a lo mismo, Soy soltera, no importa mi edad, y por más que me "esfuerzo" no logro obtener lo que quiero (Pareja estable, Trabajo estable, Apartamento, Carro, Viajar lugares paradisíacos, Dinero gastar en tonterías, 5 kilos menos de abdomen, 2 kilos más de senos y nalgas y una cintura de avispa), nada de esto no llega.

Claro que cada uno de estos puntos merecería una explicación

Pareja estable: No es que sea fea, ni mucho menos, tampoco soy miss universo en persona. Me considero muy normal en cuanto a belleza se refiere, un poco fuera de parámetros en cuanto a carácter. Y a través de los años he tenido diferentes parejas pero ninguna estable. Y es que yo considero que los hombres son fuera de este mundo (no como halago, que quede claro) nunca saben realmente lo que quiero. Así que desde hace un tiempo para acá decidí que no me los habría de tomar en serio. Creí que eso habría de solucionar mi vida, pero los resultados ha sido funestos… si es cierto conozco a muchos pero ninguno lo suficientemente interesante para quedarse y ya estoy aburrida de andar por ahí siendo miss sexy que puede con todos. Quiero un niño lindo y cariñoso que sea un as en la cama y que se preocupe por mí tanto como yo me preocuparé por él.

Trabajo estable: Tengo un trabajo, pero no me gusta. Quisiera tener el trabajo de mis sueños, con vista el mar o las montañas, horarios flexibles, magnifico sueldo y que además me permita conocer personas interesantes. Pero sobre todo que me guste hacerlo. Es acaso mucho pedir? Digo yo.

Apartamento y carro: Bueno todo esto sería un plus del anterior teniendo ese trabajo maravilloso que deseo pondría tener esto también. O por otro lado siempre queda la 2da opción pareja rica que desee compartir lo que tiene conmigo.

Viajar a lugares paradisíaco: Dubai, Pekín, las islas del pacífico, Sri Lanka, Maruecos, etc., etc., etc. Todo esto de vacaciones y en buena compañía. Sin tener que preocuparme por la cuenta y traer mucho regalos para la familia y los amigos

Dinero para gastar en tonterías: Yo insisto en que debo ser menos acelerada a la hora de comprar algo pero por más que me esfuerzo sigo siendo una consumidora compulsiva. Y no me vendría nada mal después de todo unos cientos de dolaritos para gastármelos en tonterías, esas cosas que siempre queremos y para las cuales nunca tenemos el dinero. Y todo vuelve a lo mismo. Un buen trabajo que me pague montones o una pareja que me ayude a pagar mis gastos generales. Así me quedaría algo para gastarlo en mí o en él.

5 kilos menos de abdomen, 2 kilos más de senos y nalgas y una cintura de avispa: Todo eso sin hacer ejercicio, ni dieta, ni someterme a ningún procedimiento quirúrgico (Quiero que todo sea natural) mejor dicho un milagro de la naturaleza y que además sea instantáneo… ya sé, ya sé ustedes dirán… ¿No quiere a demás una limonadita de mango?


Esto no es todo lo que quiero en realidad pero si lo que se me viene a mente ahora que estoy escribiendo.

Aunque la vida no es toda así de trivial, las cosas profundas las dejamos para más tarde.